El cáncer de piel es uno de los más frecuentes a nivel mundial.

En el año 2023, en España se estimaron 20.392 nuevos casos de cáncer de piel, según datos proporcionados por el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer, cifra que ha aumentado en torno a un 40% en los últimos 4 años1.

Hoy es el Día Mundial del Melanoma, el tipo más agresivo aunque menos común, y nos parece importante concienciar sobre esta enfermedad y todas las posibles acciones que existen para protegernos de ella y, en última instancia, evitarla.

Melanoma, ¿qué es?

  • Los cánceres de piel se clasifican en tres tipos principales, en función de las células cutáneas en las que se origina: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma. Este último es el más agresivo y, aunque también es menos común, representa más de la mitad de muertes asociadas al cáncer de piel.
  • Se cree que el origen del melanoma puede aparecer como un lunar nuevo o cambiar un lunar existente, aunque no es del todo cierto. El melanoma comienza en las células llamadas melanocitos, que son las encargadas de producir el pigmento de la piel. Por lo general, se desarrolla cuando estos melanocitos comienzan a crecer de manera anormal y fuera de control.
  • Es importante detectarlo pronto y tratarlo, porque puede extenderse muy rápidamente a otras partes del cuerpo (fenómeno conocido como metástasis), lo que lo hace muy agresivo.

El melanoma puede prevenirse. Factores de riesgo y medidas preventivas.

Es importante que sepamos que el melanoma, producido en muchas ocasiones por una prolongada exposición al sol, puede prevenirse, especialmente con una correcta protección desde pequeños, puesto que su influencia es acumulativa. ¿Quieres saber cómo puedes protegerte?

El ministerio de sanidad propone una serie de recomendaciones:

Proteger la cabeza con gorras o sombreros. Aunque tengas pelo, el cuero cabelludo también puede quemarse.

Evitar las horas centrales del día y largos ratos de exposición al sol.

Aplicar productos de protección solar con un factor adecuado y alto según el tipo de piel, edad y la zona del cuerpo, aplicándolos media hora antes de la exposición solar y repitiendo el gesto cada dos horas y después de cada baño.

No limitar la protección únicamente a los momentos de playa o piscina, ya que también es posible que se produzcan quemaduras en el día a día si se realizan actividades al aire libre.

Los daños del sol son acumulativos, por eso es importante el cuidado permanente y continuo desde una edad precoz. De hecho, las quemaduras de sol en una edad temprana se asocian con una mayor incidencia de melanoma en adultos.

Además, mantener un control sobre la aparición de lesiones cutáneas anómalas también es otra forma crucial de prevenir los efectos del melanoma, dado que la piel es un órgano altamente visible y nos permite realizar, en cierto modo, diagnósticos tempranos mediante la práctica regular de autoexploraciones cutáneas. Te proponemos la regla del ABCDE para identificar posibles indicativos de melanoma:

Asimetría: lunares que no presenten formas simétricas o que no sean ovalados.

Borde: bordes irregulares o con picos.

Color: lunares heterogéneos o de varios colores.

Diámetro: lunares más grandes de 6 mm.

Evolución: cambios de tamaño, forma o color.

Diagnóstico y Tratamiento

Además de la posibilidad de desarrollar melanoma, ciertas consecuencias de la exposición prolongada al sol incluyen quemaduras, insolaciones, problemas oculares, cambios en el sistema inmunológico y el envejecimiento prematuro de la piel.

El incremento en los casos de cáncer de piel, tanto carcinoma como melanoma maligno, en años recientes, evidencia claramente los riesgos asociados con estas radiaciones cuando no se adoptan medidas de precaución adecuadas.

Los tratamientos varían según el tipo de tumor, siendo la cirugía frecuente en etapas tempranas. Sin embargo, también pueden emplearse otras terapias como la radioterapia, quimioterapia, tratamientos dirigidos e inmunoterapia, dependiendo del tipo de tumor y su fase de desarrollo.

La investigación del melanoma

La investigación ha sido fundamental para avanzar en la comprensión, el diagnóstico y el tratamiento del melanoma, lo que ha llevado a mejoras significativas en la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.

En años recientes, los avances en investigación han provocado un cambio de paradigma en el tratamiento del melanoma con importantes progresos terapéuticos, mejorando la efectividad de los tratamientos y aumentando la supervivencia, especialmente en casos de melanoma avanzado mediante el uso de inmunoterapia combinada con terapias dirigidas.

La educación y las campañas de concienciación sobre los riesgos de la sobreexposición solar y su incidencia en la piel también han ayudado a reducir los casos relacionados con la exposición a los rayos UV.

Siguiendo esta tendencia, las corrientes de investigación futuras en melanoma abarcarán campos como la inmunoterapia, las terapias dirigidas y combinadas, la identificación de biomarcadores, así como la prevención y detección temprana. A medida que la investigación avanza, se espera que estas innovaciones contribuyan significativamente a mejorar los resultados y tratar de forma más efectiva los casos de melanoma.

Desde FERO queremos acercarnos un poquito más a este objetivo. ¿Nos ayudas?

1 Datos de la AEDV: Asociación Española de Dermatología y Venereología.