El cáncer, tal y como lo conocemos actualmente tiene los días contados, y los últimos avances en investigación oncológica lo demuestran. Descubre de dónde venimos, cuál es la situación actual del cáncer y hacia dónde vamos.

Declaración de guerra al cáncer

Después de llegar a la luna en 1969, curar el cáncer se convirtió en el siguiente reto de la humanidad. En 1971, el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, firmó la ley del cáncer, lo que se tradujo en enormes inversiones de dinero en investigación. Desde entonces se produjeron muchos avances y el futuro parecía brillante.

40 años y millones de dólares después, todavía no hemos curado la enfermedad. Sin embargo, la investigación nos ha aportado un mayor conocimiento de ella. Los descubrimientos científicos, las nuevas técnicas de detección precoz y la aplicación de medidas preventivas como la reducción del consumo de tabaco han contribuido a alargar la vida de los pacientes con cáncer y reducir la mortalidad.

Situación del cáncer en el mundo

Situación del cáncer en el mundo Los datos son impactantes. Casi 10 millones de personas mueren de cáncer cada año en todo el mundo. Una de cada tres mujeres y uno de cada dos hombres serán diagnosticados de cáncer a lo largo de su vida. Entre los 45 y 65 años, la enfermedad es responsable de más muertes que las patologías de corazón y accidentes cardiovasculares cerebrales juntos.

Los tumores que más se diagnosticaron en todo el mundo en 2020 fueron, por orden de incidencia, el de mama, el de pulmón, el de colon y recto, el de próstata y el de estómago, todos ellos con más de un millón de casos. Y los responsables del mayor número de muertes a nivel mundial fueron, por orden de incidencia, el cáncer de pulmón, el cáncer colorrectal, el cáncer hepático, el cáncer de estómago y el cáncer de mama. La buena noticia es que la supervivencia se ha duplicado en los últimos 40 años y se estima que, aunque lentamente, continúe este ritmo exponencial.

Últimos avances en la lucha contra el cáncer

Los descubrimientos científicos son los responsables de este panorama alentador. Con la visión de curar el cáncer, la investigación oncológica no se detiene y cada año hay nuevos hitos en esta lucha.

El descubrimiento más reciente es el del fármaco trastuzumab deruxtecan, cuyos resultados en el ensayo clínico fase III DESTINY-Breast 03, liderado por el Dr. Javier Cortés, director del Centro Internacional de Cáncer de Mama (IBCC), muestra que frena la progresión del cáncer de mama metastásico HER2-positivo en el 75,8% de las pacientes y hace desaparecer el tumor por completo en el 16% de ellas.

A finales de febrero, el Grupo de Modelización de Terapias Antitumorales del VHIO, dirigido por la Dra. Laura Soucek, publicó los resultados de un estudio que demuestra que Omomyc, una proteína terapéutica utilizada para controlar muchos tumores primarios, también sirve para prevenir la metástasis en el cáncer de mama. La Dra. Soucek, ganadora de la III Beca FERO, pudo poner en marcha su grupo en el VHIO en 2011 gracias al apoyo de FERO, lo que abrió el camino para explorar cómo inhibir la oncoproteína Myc.

El Grupo de Metástasis Cerebral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderado por el Dr. Manuel Valiente, ganador de la IX Beca FERO, ha diseñado la METPlatform. Esta permitirá ensayar fármacos para su posible uso en metástasis cerebrales, una incidencia que va en aumento en los pacientes que sufren recaídas.

El Grupo de Terapias Experimentales del VHIO, liderado por la Dra. Violeta Serra, ganadora del I proyecto FERO-ghd en cáncer de mama, y en colaboración con el Grupo de Genómica Traslacional y Terapias Dirigidas en Tumores Sólidos del IDIBAPS, dirigido por el Dr. Aleix Prat, ganador de la XXI Beca FERO, busca identificar nuevos biomarcadores para predecir la respuesta de las pacientes con cáncer de mama al U3-1402, un anticuerpo-fármaco dirigido al receptor HER3. El objetivo es entender mejor cómo funciona el nuevo fármaco y cuáles son los factores clave que determinarán la eficacia de este tratamiento en las pacientes.

La medicina de precisión plantea el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de manera personalizada a través del estudio de las características genómicas y moleculares del tumor de cada paciente. Supone una revolución para los pacientes con cáncer, ya que permite ofrecer tratamientos dirigidos de una mayor eficacia y menor toxicidad y evaluar la respuesta al tratamiento. Proyectos de investigación como el Programa de Diagnóstico Molecular Avanzado (DIAMAV) del VHIO o la Unidad de Medicina de Precisión en Oncología del INCLIVA, ambos financiados por FERO, son un ejemplo de cómo estamos personalizando cada vez más el tratamiento del cáncer.

Es una nueva técnica de diagnóstico y seguimiento de cáncer que consiste en analizar una muestra de sangre para confirmar o descartar la presencia de células tumorales y estudiar su ADN para personalizar el tratamiento. Esta permite conocer en cada momento cómo está el tumor, las alteraciones fundamentales de la enfermedad y decidir el mejor tratamiento para el paciente. En la Fundación FERO apostamos firmemente por esta tecnología, como demuestran programas como el DIAMAV del VHIO o el Programa de Medicina de Precisión del INCLIVA y los proyectos ganadores de las Becas FERO como los liderados por el Dr. César Serrano, el Dr. Joaquín Mateo o el Dr. Héctor Peinado.

Es un tratamiento que ayuda y estimula a las células del sistema inmunitario del paciente para que luchen contra el tumor, lo que ha supuesto una mejora en la supervivencia de los pacientes con cáncer de pulmón localizado y avanzado. En FERO financiamos el proyecto TILS en el Hospital Clínic de Barcelona, donde buscamos pacientes con cáncer de mama candidatas a recibir terapia con linfocitos infiltrados en el tumor. Además, apostamos por la inmunoterapia con la concesión de la XIV Beca FERO al proyecto de la Dra. Alena Gros, Terapia no invasiva y personalizada de T-cell dirigida a mutaciones dianas recurrentes.

A finales de enero, el VHIO llegó a los 100 pacientes tratados con la innovadora terapia celular CART (Chimeric Antigen Receptor T, en inglés). Un tipo de inmunoterapia que consiste en identificar neoantígenos, células que se encuentran en el tumor y que al reactivarse en el laboratorio pueden reconocer y destruir células cancerosas.

Consiste en la aplicación de la nanotecnología para suministrar el fármaco a la célula tumoral, tratando de corregir su composición genética y dar órdenes a la célula para autodestruirse para ofrecer un tratamiento más personalizado y un diagnóstico más precoz.